Es evidente que el pueblo cristiano necesita llenarse cada vez más de la Palabra de Dios y hacerla suya. Lo vemos a diario. Quizá no nos demos cuenta del hambre que experimeta nuetro espíritu de las cosas del Señor. Ya sea que nos percatemos o no de esta realidad, debemos hacer un alto y analizar la obra de Cristo consumada en la cruz del Calvario. Debemos comprender que Él lo hizo todo ya y que son nuestras sus más preciosas bendiciones si estamos dispuetos a declararlo en fe. Sin embargo, ¿porqué a veces nos sentimos insatisfechos sin saber cuál es el siguiente paso que debemos dar? Si ese es su caso, únase y descubra Cómo apropiarse de la bedición.
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